viernes, 13 de enero de 2012

COMO PODAR NUESTROS ROSALES

La poda del rosal es indispensable para mantenerlos sanos, jóvenes y con abundante floración. La poda debe realizarse una vez pasado el periodo de heladas continuas, la época más aconsejable para realizar esta poda es finales de febrero o principios de marzo.
El corte debe ser limpio y como 6-8 mm por encima de una yema que apunte hacia el exterior de la planta. Con la poda debemos eliminar tallos y ramas secas y enfermas que afean la estética y pueden provocar la aparición de hongos.
En la poda de finales de invierno debemos intentar limpiar el interior del rosal para que circule el aire y penetre el sol.
Hay diferentes tipos de rosales y cada uno de ellos tienen pequeñas distinciones a la hora de podar, vamos a ver algunos de los tipos y como se hace su poda.
- Rosales miniatura (llamados de pitiminí)
La poda se reduce a una limpieza de ramas y flores secas, se dará forma al rosal buscando un porte regular.
- Rosal de pie bajo.
Debe realizarse una poda fuerte de rejuvenecimiento como a 10-15 cm del suelo, teniendo en cuenta que si la rama es poco vigorosa se dejan 2 yemas y si la rama por el contrario es vigorosa podemos dejar 3, 4 o más yemas que brotarán perfectamente.
Si no hacemos la poda, la floración de nuestros rosales será menos espectacular, dando flores más pequeñas.
- Poda de rosales de pie alto.
Se hará de la misma forma que con los de pie bajo, pero teniendo en cuenta la distribución de las ramas para mantener la formación de bola.
- Poda de rosales trepadores.
Estos rosales están dedicados al tapizado de muros y pérgolas, por eso debemos formar una estructura principal conservando un buen número de ramas bien distribuidas para cubrir las zonas deseadas.
Las ramas jóvenes de primavera se podarán a una tercera o quinta parte de su altura, las ramas viejas se suprimirán siendo remplazadas por los brotes jóvenes.
- Rosales llorones.
La poda es similar a los rosales trepadores, consistirá en acortar los brotes, puede realizarse con una tijera atusadora.
Todos los rosales después de la floración deben ser podados para que den nuevas flores, si no se podan forman el fruto llamado escaramujo que consumirá recursos energéticos de la planta.
La poda en este caso se hace en una yema axilar, presente en las hojas de cinco foliolos, normalmente en la segunda hoja, siempre que este sana y sea vigorosa la yema, si no es así iremos a la siguiente yema.

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